Gran parte de la historia y del modo de vida moderno del condado de Luna se construyen en torno a las tierras públicas vecinas y a los recursos biológicamente diversos y culturalmente significativos que han albergado durante generaciones. La ganadería, los yacimientos mineros históricos, las reliquias del hombre moderno, los artefactos de los nativos americanos y los fósiles de especies prehistóricas aún incrustados en el suelo encierran una larga historia. Las joyas naturales, culturales, visuales y recreativas de esta parte del Desierto Chihuahuense entretejen la historia de cómo surgió el Condado de Luna.
Desde las Islas del Cielo hasta las cuencas cerradas de los Mimbres del sur, la historia muestra movimientos recurrentes de pueblos indígenas y vida silvestre y rutas de colonización que hacen que las cordilleras y planicies del Condado de Luna sean cultural e históricamente importantes. El Condado de Luna forma parte del Desierto Chihuahuense, el desierto con mayor diversidad biológica del hemisferio occidental. Las montañas y sus manantiales y drenajes proporcionan recursos hídricos críticos en un entorno árido que sustenta nuestra comunidad y la agricultura.
En esta dura región prosperan especies de fauna y flora raras y en peligro de extinción, y los hallazgos paleontológicos demuestran que las especies que han llamado hogar a esta región se remontan a las eras Devónica, Paleozoica, Cretácica y Mesozoica.
Las tierras públicas del Condado de Luna son el hogar de sitios culturales e históricos documentados, son importantes para las Tribus y Pueblos de hoy en día, y tienen un gran valor ecológico y científico. También proporcionan lugares para diversas oportunidades de recreación al aire libre, incluyendo caza, senderismo, uso ecuestre, ciclismo, camping, exploración de caminos de tierra, picnic, fotografía y mucho más.